Asamblea Constituyente, Asambleístas Nacionales y Asambleístas Provinciales, ¿cuántos son?, ¿quiénes son?, son los temas y las preguntas que están latentes, muchos somos los que de la política no vivimos y tratamos de mantenernos alejados de ella, pero todos sí dependemos de las ingeniosas o caóticas ideas que tengan y den cada uno de los que integren en pocos días esta Asamblea.

¿Quiénes ganarán?, ¿Se eliminará el Congreso?, ¿Tendremos una mejor Constitución? son más interrogantes que se presentan pero... ¿qué debemos hacer los ciudadanos electores? Esta si es una pregunta para meditar, si no vamos a votar estamos cayendo en la indiferencia o quizás cansancio de ver siempre lo mismo, y dejando que el resto haga lo que quiera. Si acudimos a las urnas pensamos que nuestra elección no es representativa ante los tantos votos comprados o poco concientes de quienes viven a expensas de este tipo de la política y campañas millonarias electorales.

Se dice que a toda América Latina la está invadiendo una corriente socialista a través de sus Mandatarios, pero quién puede tener la certeza de que realmente las decisiones políticas estén enmarcadas en un verdadero Socialismo. Nos parece una excelente idea de que exista salud y educación para todos, pero no que se haga de la necesidad un modo de vida para los que tienen el poder en sus manos, esto no es lo que Dios nos pide. Que el más pobre de los ecuatorianos pueda alimentarse bien y sanamente por lo menos una vez en el día, sería un logro que sólo se daría con esta corriente.

Pero lo reprochable es que existe la coincidencia de que justo en estos días, vísperas de las elecciones, los líderes de esta nueva tendencia vienen aprobando proyectos dormidos por mucho tiempo para diversos sectores, por ejemplo, el de la transportación que se ha visto sumamente beneficiado con la aprobación del uso del gas doméstico y la eliminación de impuestos para la exportación de vehículos que permitan renovar el parque automotriz, eso por el lado del Gobierno Nacional; y por el lado de los Dignatarios de Guayaquil, opositores abiertos al actual régimen, también hemos notado la exagerada publicidad de todas las obras que se realizan, todo esto ¿será para beneficiar realmente a los ecuatorianos o son medios ruines para ganar las elecciones?

No nos queda más que seguir creyendo en los especialistas en política, aquella actividad que a muchos ha enriquecido. Esperamos que finalmente ganen los que nos ayudarán a salir de tanta necesidad y miseria, paradójicamente a todos aquellos que vivimos dentro de este rico País bendecido en sus recursos naturales.