En cada momento de nuestras vidas se presentan situaciones impredecibles, las mismas que sugerimos sean afrontadas de la mejor forma. Son muchas las personas y familias afectadas por los incendios ocurridos en nuestro suroeste, nadie se imagina quedarse sin sus objetos de valor, peor aún sin sus seres queridos de un minuto a otro. Se imaginan lo que estarán pasando las personas del Vecino País del Sur con un terremoto que arrasó con casi todo lo que tenían.

Esto nos debería llevar a la meditación y concientización de que aunque tengamos mucho dinero nunca tendremos nuestra existencia comprada o segura, son estas las cosas que el dinero no puede comprar. La naturaleza o quizás la furia divina siempre nos ponen un "pare" y deberíamos recordarlo a cada momento para estar prestos a ayudar.

Cuando uno pierde un ser querido por alguna de las inclemencias de la naturaleza ¿a quién le podremos reclamar?. Nadie representa al mal estado del tiempo, a los incendios, a las inundaciones, a los terremotos, simplemente esas personas desaparecen de nuestra vidas. Quizás estamos equivocados y si… si hay alguien que representa estos desastres o accidentes y somos nosotros mismos.

Existen muchas otras situaciones que nos invitan a reflexionar, las enfermedades son una de ellas; ¿qué no daríamos por vivir sanos?, y aunque en muchos casos no depende solo de nosotros siempre debemos preocuparnos por cuidarnos. Tomemos en cuenta que muchas de las actuales enfermedades son consecuencia del mal que le estamos haciendo a los seres vivos. Nos alimentamos de vegetales contaminados de pesticidas, de carnes de animales sacrificados que fueron criados con balanceados compuestos con elementos químicos. Productos alimenticios con altos grados de colorantes y preservantes llevando a nuestros niños a enfermedades que los doctores catalogan como "alergias"… es que hoy todos nuestros niños son alérgicos… ¿Hacia dónde vamos?

El calentamiento global, la contaminación, la depredación de la flora y fauna son temas que nos atormentan día a día; son muchos los países a los que ni les interesa hablar sobre esto, en especial a las potencias industrializadas, aún cuando son ellos los que más se están viendo afectados y nos convierten también en una fatal consecuencia.

Con estos cortos minutos de lectura y reflexión aprovechemos para tomar la decisión de corregir la manera en que estamos actuando, tengamos presente que alguien nos necesita y que somos útiles para los demás, brindemos atención a las personas que nos rodean, saludemos a nuestros vecinos, cuidemos y protejamos a los niños, la naturaleza y el medio ambiente… porque si falta alguno de ellos pues no habría necesidad de la existencia ni un futuro de los otros.

Dejemos a un lado la avaricia, la codicia, el queme importismo, la soberbia, al término de nuestras vidas no nos sirven para nada, vivamos la vida a satisfacción sin dañarnos.